¿Cuántos mapas hay en el mapa de Bahía Blanca? Voces que lo cuentan

Resumen

La autora a través de su libro nos propone pensar a la ciudad de Bahía Blanca desde el punto de vista del espacio construido y desafiar mitos instalados en la sociedad sobre su trama urbana.

Bajo el título, “¿Cuántos mapas hay en el mapa de Bahía Blanca? Voces que lo cuentan,” que a su vez se convierte en el eje central del texto, M. Fagioli parte de la premisa trabajada por la Geografía Crítica, de que un mapa nunca es un objeto neutro ni un dispositivo meramente técnico. Por el contrario, los mapas expresan elecciones, ausencias, imaginarios y tensiones que dialogan con los modos en que los sujetos habitan, perciben y significan el territorio. En este sentido, el libro se convierte en un ejercicio de desmontaje y reconstrucción a partir de relatos, imágenes, recorridos, dibujos, perfiles, salidas de campo y toma de fotografías.  La autora muestra que el plano urbano de la ciudad es mucho más que su grilla y sus trazos fundacionales; son las voces, las decisiones políticas, las representaciones del espacio y las memorias locales.

El libro habla del plano de la ciudad y analiza como a través de narraciones y representaciones de estudiantes, vecinos y pobladores han ido construyendo relaciones identitarias sobre la territorialidad que habitan y su vinculación con la cartografía local, proponiendo un análisis situado y multiescalar, contando con numerosas fotografías y cartografía de calidad que dan prueba de lo expuesto en el texto.

Dice la autora, “Es muy posible que, en la etapa escolar, o en etapas posteriores hayamos visto por primera vez el plano de Bahía Blanca.” (pp. 9) Luego sostiene que el dibujo del plano no se condice con una realidad mucho más rica, corroborada por los estudiantes cuando en distintas practicas áulicas manifestaban expresiones como ‘arriba’, ‘abajo’, ‘la ciudad está en un pozo’, o ‘afuera o ’adentro’ de la ciudad.

En suma, esta obra da cuenta de que la ciudad desde su construcción gestó un “adentro” con los principales iconos de la ciudad, con un amanzanamiento regular en un sentido amplio y un “afuera”, que lentamente comenzó a extenderse en forma de red, sobrepasando obstáculos y barreras urbanas.